Por: Fernando Zermeño, México. Amigo y participante de las Sesiones Permanentes de ECQC.
Estoy sentado, las pongo frente a mi rostro, las observo y me enfoco a sentirlas, siento que fluye un cosquilleo, una energía en ellas y también aparece comezón en la palma izquierda mientras los dedos de la derecha acuden a apoyar y alivian la sensación.
Las observo y pienso; qué cosa tan extraña y funcional que son este par. Con el pensamiento siento como si estuvieran separadas del resto de mi cuerpo, observo la palma de la mano, veo sus tonalidades, sus caminos que fluyen en la flexibilidad, en el movimiento.
Observo los dedos, siento como danzan en armonía con el conjunto, son seres con identidad propia, con una fluidez de comunicación entre sí.
Me pongo de pie, en unos instantes aparece comezón en la palma de mi mano derecha, ahora los dedos de la izquierda le devuelven el favor aliviando la sensación.
Me recorre una vibración por la espalda, una emoción que estremece mi cuerpo y se refleja y fluye a mis ojos.
Mis manos inconscientemente llegan en apoyo, los dedos se expresan en mi rostro de diferentes maneras, uno acaricia, otro atrapa la emoción convertida en líquido, la palma da soporte y calidez, pero se contiene toda esta sensación y momento reflejado en mi cuerpo.
Observo la escena de mis manos expresando sobre mi rostro y me sorprendo, digo wow que maravillosa intimidad y comprensión es la que existe entre cada pieza de este vehículo que habito para experimentar la vida.
Maravillado me pongo a observar y a escuchar el lenguaje de mis manos un llamado que siempre ha estado ahí y nunca le había puesto atención.
Cuando hay ansias , mis dedos se expresan al rasgar la piel junto a mis uñas, cuando hay dolor, acarician y dan calor al lugar de origen, cuando hay rabia, se contraen, cuando hay erotismo, bailan y se deslizan para sentir y expresar.
Mis manos son un reflejo puro y auténtico de mi ser, pero mi mente nunca había considerado su opinión, que sin duda es más real de lo que mi cuerpo requiere o anhela.
Ahora me abro a aprender ese lenguaje y me permito escucharlo.